sábado, 5 de enero de 2008

Bharat (India) y vecinos

Las viudas en la India ¿castidad contra erotismo? (Parte 1)

(Viudas, vestidas de blanco, en un ashram)

Ponencia presentada en el Congreso Nacional ALADAA,
El Colegio de San Luis, 2005

Por Paola Parra Fernández.

Uno de los temas más controvertidos de la historia social y de género en la India es el de las viudas. Alrededor de su figura se han gestado diversos mitos, interpretaciones e incluso, “conclusiones tajantes”. La situación social, moral, religiosa, económica, sexual, familiar, política y de cualquier otra índole de estas mujeres ha sido estudiada por diversos investigadores y es un campo rico difícil de agotar.
Al hablar de las viudas en India no podemos utilizar únicamente una situación como modelo explicativo. La vida futura que pueda poseer una mujer recién enviudada depende de diversos factores, su situación económica de dependencia o independencia; sus creencias religiosas y las de la familia de su antiguo esposo; su casta (entre las hindúes); su educación escolar; su relación familiar (específicamente con sus hijos adultos o los suegros); la manera de enfrentar los problemas ante la vida y la honorabilidad de la familia, entre muchos otros.
En este trabajo expondremos algunas generalidades sobre la situación de las viudas en la India contemporánea, su papel en la sociedad, los tabúes religiosos y sociales que se tejen alrededor de su figura y los conceptos sobre castidad, sexualidad y segundas nupcias. Así como también la vulnerabilidad que poseen aquellas viudas que son objeto de acoso o violencia sexual. Finalizaremos con el análisis de ciertas obras literarias y cinematográficas que presentan la situación de la viuda en el campo de su sexualidad.
En términos generales podemos hablar de ciertos modelos o situaciones que condicionan la vida y la sexualidad de las viudas indias contemporáneas, especialmente, entre las hindúes:

(Burning of a widow or sati, s. XIX)

1.- Primer modelo. Señala la obligación de la viuda de permanecer casta el resto de su vida, sin posibilidad de un segundo matrimonio y por ende, de una vida sexual activa. Aunque el caso más extremo entre los hindúes ortodoxos es la sati o incineración de la viuda junto al cadáver de su marido, lo cual no es lo más común, de hecho es muy raro, un acto casi heróico, pero aún hoy en día se llega a realizar a pesar de que está prohibido por el Estado .
2.- Al segundo modelo se le suma además de la castidad y la imposibilidad de un segundo matrimonio, el abandono y/o la fuerte presión (familiar o social) para que dichas mujeres lleven una vida ascética en lugares de peregrinaje como Brindavan, Benares o Mathura. En donde son vulnerables y susceptibles de padecer acoso sexual (las viudas todavía jóvenes), discriminaciones y una vida de miseria.
3.-Tercer modelo. Es la opción de un segundo matrimonio, pero dentro de la misma familia del antiguo esposo, ya sea con algún cuñado u otro pariente político cercano. Esto se hace con el fin de mantener los bienes o la riqueza adquirida con la dote o en el mejor de los casos, teniendo una postura más positiva y dependiendo de los lazos fraternales, para “ayudar” a la viuda a recobrar su estado “ideal y auspicioso” de mujer casada. Pero esto podría indicar que la mujer no es valiosa en sí misma, sino por su capacidad de ser la depositaria del honor, del nombre patrilinial a través de los posibles hijos. Además en muchos de estos casos, la mujer no es la que decide realmente con quien casarse, sino sus suegros u algún otro pariente.



(Viuda, quien afortunadamente vive de trabajar como costurera, aquí con su hija)


4.- Cuarto modelo. La posibilidad de elección de la viuda de un segundo matrimonio. Entre las mujeres de castas bajas es más permitido que las viudas puedan casarse nuevamente con otro hombre perteneciente o no a la familia de su primer marido. Aunque, obviamente el que una mujer de casta baja (o también alta) decida por cuenta propia su futuro conyugal y sexual, depende como ya dijimos, de su independencia económica, sus principios morales y religiosos y por ende, su mentalidad y libertad.
5.- Quinto modelo. La opción de una vida sexual y económicamente productiva a través de la prostitución. Esta situación en términos generales puede poseer cuatro o más variantes, en las cuales su honorabilidad como mujer “decente” deja de existir totalmente. En la primera, la viuda por inclinación personal decide vivir así, teniendo posiblemente, otras opciones de vida. En la segunda, debido a su falta de preparación educativa o laboral, a su antigua supeditación económica al marido y a su necesidad creciente de manutención personal y familiar, la viuda se ve orillada a tener relaciones sexuales a cambio de dinero, comida, etcétera. En la tercera, los mismos parientes (políticos o consanguíneos) la obligan a tener este tipo de empleo, del cual ellos se benefician económicamente. En la cuarta, la mujer sola y desprotegida es obligada a prostituirse por dueños (as) de burdeles, traficantes de servicios sexuales, hombres ricos y/o poderosos, policías, trabajadores o servidores de ashrams, entre muchos otros.
6.- Sexto modelo. La libertad personal para elegir una vida de continencia sexual sin la intervención de presiones externas es factible. Como también la posibilidad totalmente contraria de tener una vida sexual activa sin la necesidad de un contrato matrimonial, pero sin ser un intercambio comercial. Pero en estos dos casos opuestos, realmente es la mujer, la viuda la que decide su futuro y tiene pleno control de su erotismo y sexualidad, lo cual es importante.
Estos son tan sólo algunos modelos que deducimos a través de ciertas fuentes. Simplemente son formas de representación de algunas de las diversas realidades cotidianas de las viudas.


I Un poco de historia

Entre el imaginario social occidental, la situación de las viudas indias se vincula común e inmediatamente con la sati o quema de la esposa con el cadáver de su marido. Insinuando que incineraciones masivas de mujeres vivas se han realizado a lo largo de la historia de la India, entre todas las castas y comunidades que la forman. Pero en realidad esta práctica no ha sido la más extendida en la sociedad hindú, aunque sí la más exaltada desde el período británico. La sati la podemos comprender al conocer los significados que posee el matrimonio hindú (es la unión espiritual, física y mental plena y total, inseparable aun después de la muerte). Pero también estamos conscientes que precisamente estas características han sido los pretextos para obligar a un amplio número de viudas a cometer “suicidio” . Así, se manipula la tradición, los textos y las creencias a favor de la familia del esposo, aunque siempre han existido y habrán personas que interpreten las escrituras, las costumbres, la ideología y las acomoden a su conveniencia tanto en India como en cualquier lugar del planeta.
El comportamiento adecuado de una mujer casada y de una viuda hindú está condicionado por reglas morales y religiosas, en las que el ideal de la “buena esposa” o pativrata es indispensable. Para que una mujer sea una pativrata necesita ser completamente fiel a su marido (el primero es el único y verdadero -entre muchos sectores de la sociedad), dedicarse completamente a él y a su familia. El tener una pativrata es sinónimo de poseer una mujer auspiciosa, que da honor personal y familiar y por ende, es una bendición. Bajo este ideal el mundo de la esposa gira alrededor de su marido. Al morir éste ese mundo se ve modificado completamente. Ideal y simbólicamente la esposa es la mitad del marido, al morir él, ella de alguna manera también muere, es por eso que en muchos casos a la viuda se le considera “muerta en vida”, además del ostracismo social que puede sufrir. Pero a pesar de la muerte del esposo, su unión ritual con él es permanente, indisoluble he ahí porque muchos están en contra de las segundas nupcias para las viudas, aunque a los viudos sí se les permite el casarse cuantas veces se requiera.
La viudez femenina ha sido considerada constantemente como el resultado o karma de alguna trasgresión efectuada en vidas pasadas y por ende, un crimen castigable. Esta idea es fundamental entre ciertos sectores, ya que puede condicionar el trato otorgado a las viudas, además que muchas de ellas sufren culpabilidad por la muere de su esposo. Entre los tabúes existentes, ellas pueden ser consideradas como “ave de mal agüero” para las mujeres que se van a casar y por ende, están excluidas de cualquier ritual o ceremonia nupcial.