viernes, 14 de diciembre de 2007

Bharat (India) y vecinos

UN ERMITAÑO EN LA CORTE

(Escena real, templo en Khajuraho, India).

En la corte real tuvo lugar un fastuoso banquete. Todo se había dispuesto de tal manera que cada persona se sentaba a la mesa de acuerdo con su rango. Todavía no había llegado el monarca al banquete, cuando apareció un ermitaño muy pobremente vestido y al que todos tomaron por un pordiosero. Sin vacilar un instante, el ermitaño se sentó en el lugar de mayor importancia. Este insólito comportamiento indignó al primer ministro, quien, ásperamente, le preguntó:

_¿Acaso eres un visir?
_Mi rango es superior al de visir-repuso el ermitaño.
_¿Acaso eres un primer ministro?
_Mi rango es superior al del primer ministro.
Enfurecido, el primer ministro inquirió:
_¿Acaso eres el mismo rey?
_Mi rango es superior al del rey.
_¿Acaso eres Dios?- preguntó mordazmente el primer ministro.
_Mi rango es superior al de Dios.
Fuera de sí, el primer ministro vociferó:
_¡Nada es superior a Dios!
Y el ermitaño dijo con mucha calma:
_Ahora sabes mi identidad. Esa nada soy yo.

El maestro dice: Más allá de todas las categorías y dualidades, del ego y los conceptos, está aquél que ha liberado su mente.


¡Vaya con esta sabiduría! ¿no?, vaya que tenemos que trabajar interna y personalmente. Para los interesados de leer cuentos similares les recomiendo la siguiente bibliografía: Calle, Ramiro (recop.), 101 Cuentos clásicos de la India, (Madrid, EDAF, 1995).

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